Existen muchos sectores en los que la forma de vestir dice mucho del profesional y de la empresa. Y el sector asegurador es uno de ellos. Por ello, en este artículo vamos a revisar la vestimenta más adecuada para los profesionales del seguro, para que realicen su trabajo con profesionalidad y credibilidad.
Además, vamos a ofrecer varios consejos para acertar siempre con la ropa.
Regla de oro para vestir bien
Antes de empezar, hemos de conocer la “regla de oro” para vestir bien, que no es otra que las personas han de sentirse cómodas con la ropa. De nada sirve ir bien vestido si no estás a gusto con la ropa que llevas, ya que centrarás tu atención en la vestimenta y no en la tarea que estás realizando. Y esa distracción se notará en el resultado del trabajo. Además, tus interlocutores pueden darse cuenta de que estás incómodo y comenzarán a fijarse cada vez más en ti, en tus gestos y en tu ropa, y no en lo que estás diciendo.
Partiendo de esa regla, vamos a revisar las distintas formas de vestir para vender seguros.
Para ellos
Traje con corbata
El traje es la prenda más extendida entre los comerciales y es un atuendo siempre correcto para realizar el trabajo.
El traje transmite seriedad y profesionalidad. Además, los trajes son elegantes, lo que suele potenciar la autoestima de la persona y ganará en seguridad para realizar su trabajo.
Americana
A veces, el traje resulta demasiado serio. O hace demasiado calor para llevarlo. En esas ocasiones u otras similares, una buena opción es llevar una americana, que es muy cómoda y se adapta a la perfección a todas las épocas del año. Además, transmite cercanía y confianza.
La americana ha de ir acompañada de una buena camisa, bien planchada y de tonos discretos.
En cuanto al pantalón, la mejor opción es llevar uno tipo “chino” o “caqui”, porque son elegantes, discretos y cómodos. El pantalón vaquero no es recomendable, al ser demasiado informales.
Para ellas
Las mujeres tienen más opciones y ganan en versatilidad en la vestimenta. En general, sus atuendos han de ser discretos, sin colores llamativos ni ropa muy ajustada. También se desaconseja que lleven los hombros al descubierto y las faldas demasiado cortas.
Pueden optar por el traje, aunque cada vez está más en desuso entre ellas y se tiende a un estilo femenino un poco más informal.
Una buena opción es elegir un “blazer” con una camisa o una blusa, y con pantalones tipo “chino”.
También pueden llevar vestidos cómodos, faldas por encima de la rodilla, faldas largas… en fin, sus posibilidades son muy variadas y siempre será posible encontrar la ropa adecuada para cada día.
Accesorios y complementos
En todos los casos, no basta con un buen traje o un vestido bonito… también el aseo y los accesorios dicen mucho de la imagen de un comercial.
Tanto ellos como ellas deben ir correctamente peinados, sin estridencias. Y siempre deben llevar las uñas limpias y arregladas, ya que muchos clientes se fijan en las manos de los profesionales. También se desaconseja que se muestren tatuajes.
En cuanto a la colonia, se aconseja utilizarla con moderación, porque siempre resulta agradable que el profesional tenga un buen olor, pero sin que resulte excesivo.
Es fundamental que los accesorios y complementos sean discretos y sencillos, ya que distraen con mucha facilidad a las personas con las que se habla. Y lo que queremos es que presten atención a lo que decimos, a nuestro mensaje, no a lo que llevamos puesto. Por eso, no es conveniente llevar elementos colgantes, collares o pendientes grandes y llamativos, o chapas y pines (salvo que sean accesorios que identifique a la marca o empresa).
¿Formal o semiformal para la venta de seguros?
Ambos códigos de vestimenta (formal o semiformal) son perfectamente válidos para los profesionales de los seguros. Elegir uno u otro dependerá de uno mismo y de cómo vistan las personas a las que te dirijas. Nunca has de vestir más informal que tus interlocutores, porque perderás credibilidad.
Vamos a conocer las diferencias entre ambos.
Vestuario formal
Vestir formal es seguir unos patrones específicos. En general, para el día a día (no hablamos de fiestas u otros eventos sociales), la formalidad en el vestir implica que los hombres lleven traje y corbata. Y que las mujeres utilicen un vestido o falda por encima de la rodilla y tacones altos.
El vestuario formal transmite seriedad y credibilidad.
Vestuario semiformal
Muchas veces, la vestimenta semiformal es la más adecuada, si se quiere transmitir más cercanía y no tanta seriedad. Vestir semiformal significa, para ellos, poder prescindir del traje y la corbata y utilizar una americana, por ejemplo. Y para ellas, implica poder utilizar pantalones y zapatos planos o con un tacón más bajo.
El vestuario semiformal transmite cercanía, a la vez que se mantiene la imagen de profesionalidad.
En conclusión
Para vender seguros, la forma adecuada de vestir se resume en: sentirse cómodo con lo que se lleva puesto, no llamar la atención con nada y saber cómo visten las personas a las que te diriges.